¿Por qué de esto?, ¿por qué ahora? y ¿por qué yo?. Ésas son las tres mágicas preguntas que debería hacerse cualquier emprendedor al momento de realizar su negocio, según Naveen Jain, distinguido emprendedor y filántropo, quien deleitó a los asistentes del último encuentro G100, el cual se realizó el pasado jueves 24 de julio por Zoom.

Según explicó, la magia tras estas preguntas es mirar el problema de una forma diferente a que cualquier otra persona, es decir, poder buscar y encontrar diversas soluciones de los problemas. La pregunta «¿por qué de esto?» es importante hacerse al momento de pensar en la idea, ya que para tener el éxito en lo que se quiere hacer, hay que pensar en que si realmente va a impactar a las personas y si realmente es algo que a uno lo motiva hacer. Mientras que el «¿por qué ahora?» es esencial para determinar qué es lo que ha cambiado en los últimos años que permite solucionar el problema que se encontró ahora y que antes no se podía hacer.

Sin embargo, la clave está en la pregunta «¿por qué yo?», ya que hay que pensar por qué uno mismo es la persona indicada para solucionar este problema. «Creo que cualquier emprendedor cree que tiene la respuesta correcta. Para mí no es tener la respuesta correcta, como emprendedor tu misión es pensar si estás haciendo la pregunta correcta, ya que ésta es el problema que terminas solucionando», afirmó Jain.

En ese sentido, el también emprendedor del año según Ernst and Young, explicó que uno de los mayores errores al momento de responder estas preguntas es creer que uno debe ser especialista en el área en que quiere emprender. Sin embargo, «cuando uno se vuelve experto en esa industria, es cuando uno se vuelve inútil. La razón es porque cuando te conviertes en experto, te conviertes en un pequeño pensador», aseveró, y agregó: «La persona que viene desde fuera de la industria, es quien termina solucionando el problema».

Por otro lado, Jain también se refirió a la importancia de la filantropía y su relación con el emprendimiento. Según explicó, todos los emprendedores son filántropos, ya que para poder lograr el éxito, se necesita resolver problemas sociales con impacto. Para convertirse en un negocio sostenible, hay que encontrar soluciones que resuelvan problemas a la mayor cantidad de gente posible.