Sus primeros recuerdos se remontan jugando en un pasaje, en su Santiago natal. Evoca que desde pequeña fue distinta. Que ya en prekínder, era una adelantada. «Quería ir con uniforme y juntarme con los niños más grandes», reconoce.
Con los años, su presencia eclipsaba miradas, ya fuera en puestos de representación, como el centro de alumnos, en bailes, sobre las tablas o en algún campeonato deportivo. «Mi familia -fundamentales en su toma de decisiones, reitera- siempre supo que yo marcaría la diferencia donde estuviera».
Hoy, para acierto de ella, esas tomas de decisiones marcaron una diferencia en la vida de Carmen Pizarro. Diferencias que ahora la tienen como embajadora de G100 en la Región de Valparaíso, además de fundadora de Pedagogía Digital Chile (https://pedagogiadigital.cl), donde promueve la tecnología al servicio de la educación y el cuidado del medioambiente. Una emprendedora de tomo y lomo, cuya motivación proviene de sus hijos, y la inspiración de verlos crecer.
-¿Cómo nace su vocación en la pedagogía digital?
Fui profesora de aula y siempre me gustó hacer los casos de una manera innovadora, algo tenía que me hacía funcionar distinto, ya que usaba metodologías diversas, que aunque funcionaban, no siempre eran bien recibidas.
-¿Cuáles son las cualidades a potenciar que debería tener un buen emprendedor?
La creatividad, perseverancia, capacidad de toma de decisiones, habilidades de liderazgo, adaptabilidad al cambio y una fuerte ética de trabajo. Esto es algo que observo día a día en mi círculo y en los otros emprendedores con los que comparto, a propósito de mi participación en la comunidad de G100. Además, la habilidad para asumir riesgos calculados y aprender de los fracasos son características clave.
-¿Qué caracteriza a una mujer emprendedora?
La mujer emprendedora puede destacarse por cualidades como la resiliencia, la creatividad, capacidad para construir redes sólidas, la inteligencia emocional y la diversidad de perspectivas. Genera valor al negocio al aportar enfoques innovadores, entender las necesidades del mercado desde una perspectiva única y fomentar un ambiente de trabajo inclusivo. Además, la habilidad para superar desafíos específicos que puedan surgir en su camino.
Emprendedora topPor eso, cuando este 19 de noviembre se conmemore el Día de la Mujer Emprendedora, para Carmen Pizarro es fundamental que la capacidad que tienen las mujeres para identificar oportunidades y así convertirlas en negocios exitosos, sea valorado. «Tenemos cualidades aparentemente innatas y necesidades que son el motor de nuestro trabajo, pero el talento está y aprovecharlo no solo es un impulso a la economía personal, sino que al desarrollo económico de todo el país», pone hincapié Pizarro.
Asegura que su motivación para emprender en el ámbito digital de la educación surge de la pasión por facilitar el aprendizaje. Hacer que la información sea accesible para todos. «Quiero contribuir a crear un espacio educativo en línea donde las personas puedan explorar, aprender y crecer». La idea, de acuerdo a Carmen Pizarro, al ser parte de un proceso que empodera a otros, pasa por brindar «oportunidades de conocimiento y desarrollo, es lo que me impulsa en este emprendimiento educativo digital».
Para esta líder empresarial, trabajar en terreno siempre es lo mejor, la presencialidad -enfatiza-, eso aunque se potencie el uso de herramientas digitales o la alfabetización digital, «es la modalidad que más ayuda: la venta es emocional. Y hay personas que necesitan verte, abrazarte, sonreírte y que esos gestos se reciban de vuelta».
A su juicio, lo que caracteriza a una mujer emprendedora hoy es su capacidad para enfrentar desafíos, el enfoque innovador, habilidad para construir redes sólidas y su resiliencia en un entorno empresarial. «La diversidad de perspectivas que aporta, así como su compromiso con la equidad de género», opina que son aspectos distintivos.
En tanto, superar la centralización en Chile implica, según su visión, adaptarse a las condiciones regionales, aprovechar las oportunidades locales y construir relaciones sólidas en la comunidad, algo que en G100 dice que viven todos los días. «Las regiones pueden ofrecer ventajas como costos operativos más bajos, menor competencia y una conexión más estrecha con las comunidades locales».
-¿Qué representa ser la embajadora de G100 en Valparaíso (y la región)?
Para potenciar y profundizar el aporte de G100 en todo Chile, se creó la figura de los embajadores G100, con representantes en cada región que nos permiten estar atentos a las necesidades locales y concretar nuestro aporte. Es un desafío. Para apoyar al emprendimiento en la Región de Valparaíso necesitamos entender las principales necesidades. La figura del embajador nos permite entregar apoyo a través de lo mejor de nuestras 4C: Cariño, Consejo, Capital y Contacto.
-¿Cuál es su principal elemento diferenciador?
Motivación para seguir creando nuevas cosas todos los días. La innovación forma parte de mi ADN. Y lo más importante: mi lema que son las siglas del MAECC (Motiva, Activa, Emociona, Capacita, Conecta) que es de mi propia metodología.
-¿Próximos desafíos?
Estoy terminando unas mentorías con enfoque de género con ProChile para hacer un estudio de mercado en Estados Unidos. También estoy viendo lo que fue ir a abrir mercado en Colombia, donde estamos realizando charlas y capacitaciones sobre nuestra metodología.