El 2021 sin duda quedará en la historia como el año en que en el ecosistema de startups chilenas se multiplicaron los casos de éxito o “quick wins” y se logró recaudar los montos de financiamiento internacional más altos para nuestro país, dando paso así a la maduración de la industria.
Este crecimiento local es parte de una tendencia global donde la inversión en Venture Capital este año creció más del doble. Específicamente en Latinoamérica, según CB Insights, se registraron US $20,2 mil millones en inversión de capital de riesgo, casi cuadruplicando los US $5,4 mil millones obtenidos en 2020.
Según explica el abogado Diego Rodríguez, socio en CMS Carey & Allende, tanto el “exit” -concepto utilizado cuando una compañía es comprada o fusionada con una de mayor tamaño- como el ‘company building’ “son hitos dentro de la industria que ayudan al crecimiento y consolidación del ecosistema. Es justamente este avance lo que genera interés por parte de los  inversionistas (entre los que ahora figuran emprendedores post-exit), y hacen ver a nuestro país como un hub de talento para seguir invirtiendo”.

En esto coincide José Antonio Berríos, director ejecutivo de Broota -plataforma de inversión en startups con impacto en Chile- quien ha visto cómo algunas de las empresas que lograron un financiamiento temprano en Broota han logrado acuerdos relevantes con grandes compañías.
“Cada vez que una startup logra hitos relevantes, es una tremenda noticia para el ecosistema completo, porque no sólo genera un impacto positivo en la economía y en el mercado laboral, sino que además abre la ruta a otros emprendedores y permite además que los inversionistas se convenzan más de que vamos por buen camino. Pero cuando las startups logran el exit, el círculo es aún más virtuoso, ya que además de los impactos en el mercado y de exportar talentos y conocimiento. Muchas veces los fundadores de estos emprendimientos deciden apostar parte de sus ganancias en nuevos negocios, ya sea desde la fundación o desde la inversión, lo que contribuye enormemente al desarrollo de nuestra economía”, comenta Berríos.
Casos chilenos de exit-o

En 2021 se pudo ver algunos exit mediáticos que marcaron el ecosistema: a mediados de año, se dio a conocer que Uber compraba el 47% restante de Cornershop, adquiriendo, de esa manera, la totalidad de la startup chilena y, de paso, convirtiendo a Cornershop en el primer unicornio del país; y, en la misma línea, en los últimos días de 2021 se daba a conocer que Walmart Chile adquiría Babytuto, marketplace de artículos de bebé fundado por Daniela Lorca.
Pero también hubo otras adquisiciones de startups tremendamente exitosas en 2021. Tal es el caso de Pago Fácil, donde su fundador, Cristian Tala, logró el crecimiento acelerado de su fintech durante ese año, obteniendo un aumento de 200 mil a 700 mil transacciones mensuales y reclutando a más de 6 mil clientes en Chile. Este crecimiento fue clave para su venta a la estadounidense EVO Payments a través de su joint venture Bci Pagos, donde se logró una rentabilidad de un 176% de retorno neto anual, cifra impensada para Cristián en su momento.

“Desde el primer levantamiento de capital, hasta el exit de Pago Fácil, siempre para mi fue una carrera por lograr apoyar a los emprendimientos y a las pymes en su transformación digital. Esto sin duda abrió puertas para que los inversionistas sigan creyendo en el talento local de este ecosistema que estamos construyendo”, asegura Cristian Tala, añadiendo que en este tipo de situaciones, además, “se logra algo virtuoso: quienes somos emprendedores y logramos vender nuestras compañías reconocemos ese esfuerzo al invertir en emprendedores que están partiendo. Además, nos convertimos en advisors, entregando conocimientos y mentorías, que en mi experiencia, son igual de necesarias que el dinero en este ecosistema”.