Chile es el país más innovador de Latinoamérica según el Global Innovation Index 2020. Pese a ello, todavía se deben romper ciertos estereotipos para lograr un avance más significativo en esta materia.
Chile en materia de emprendimiento tiene mucho que ofrecer, tanto es así, que en un estudio realizado por la Universidad Andrés Bello se demostró que 7 de cada 10 jóvenes chilenos pensaron en comenzar un emprendimiento este último año y la cantidad de personas que tenían un emprendimiento vigente era de un 60%. Entonces, ¿cómo podemos innovar para fomentar este crecimiento?
“Uno de los principales problemas es que no hay una real democratización del acceso a incubadoras y asesores para presentar proyectos», dice José Manuel Barros, integrante de la corporación G100, sobre una serie de desafíos a considerar para que nuestro país comience a crecer y generar un cambio e impacto real en innovación.
«Muchos no tienen las herramientas, la mayoría de las startups famosas han sido de gente de recursos y ese es justamente el cambio que corporaciones como el G100 quieren lograr”, explica el también fundador de Time Jobs.
Cada vez más vemos cómo capitales extranjeros y nacionales se interesan por invertir en nuevos emprendimientos y es de esperar que está tendencia siga creciendo, pero también es clave que esta inversión no se concentre en un solo punto del país y que también se focalice en regiones.
Por eso hay que considerar no solo la gran cantidad de interés por emprender en diferentes ciudades a lo largo de todo Chile, sino que el emprendimiento tiene un rol fundamental como motor que impulsa el crecimiento de la economía, ya que las Pymes son responsables de prácticamente dos tercios de los empleos formales en Chile.
“Existe una poderosa fuerza emprendedora a lo largo y ancho de todo nuestro país, pero muchas personas, no están recibiendo las ayudas adecuadas para lograr ese crecimiento que tanto anhelan”, recalca Barros.
«Se deben empezar a apalancar instancias donde los capitales ángeles puedan conocer proyectos o ideas de proyectos y ayuden a sacarlos adelante, para esto hay que salir más allá de Santiago, ya que en el resto de las regiones hay grandes ideas, pero que muchas veces, por falta de visibilidad, no prosperan”, añade.
Es importante conocer cuáles son las principales barreras a superar para que Chile crezca en materia de emprendimiento e innovación. Según José Manuel Barros, son cinco las claves para superar estos desafíos:
1) Cambiar la mentalidad de generar solo rentabilidad a los inversionistas: Como emprendedores debemos generar la rentabilidad Net Positive, es decir, enfocada en el medio ambiente, en los colaboradores, proveedores y también en los socios. Debemos abarcar todo.
2) Piensa en grande: A muchos emprendedores les cuesta o tienen ese miedo a proyectar su negocio más allá de lo local, no se ven creciendo al nivel de ser reconocidos en un espectro mucho más amplio. Siempre se deben querer los nuevos desafíos, estos significan mayor responsabilidad y trabajo, pero al mismo tiempo, uno está generando un impacto mucho mayor.
3) Fallar rápido: esto es bueno y nos demuestra que si el enfoque que le estábamos dando a nuestro emprendimiento no era el correcto, hay que probar por otro lado. Nunca debemos enamorarnos de las ideas, eso pasa mucho en Chile y es un gran error, porque no se ven las cosas de manera objetiva y de la perspectiva que conviene.
4) Actúa rápido: En nuestro país tenemos grandes pensantes, personas que tienen ideas brillantes, pero pocas que las quieren llevar a cabo y hacerlas realidad. Eso falta y es muy importante, ya que, muchas veces se desaprovechan ideas de negocios espectaculares por el mero hecho de no dedicarle el tiempo que se necesita o por no llevar ese pensamiento al terreno.
5) No tener miedo a recibir mala retroalimentación: En Chile suele pasar que cuando recibimos críticas o comentarios negativos sobre un proyecto, este culmina ahí, debido a que no le vimos el potencial. Eso es un error, porque estas críticas las debemos tomar y con esas buscar perfeccionar nuestra idea, hasta que logremos crear el emprendimiento que queríamos.
Asegurar que estas barreras sean superadas es una garantía importante a la preservación del ecosistema.
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