En el marco del viaje que realizará el G100 en abril próximo, integrantes de la corporación conversaron con la embajadora sobre cómo Israel logró consolidarse como un líder global en innovación. 

El pasado jueves 30 de septiembre se realizó el encuentro virtual entre la Corporación de Apoyo al Emprendimiento G100, y la embajadora de Israel, Marina Rosenberg, donde se abordó el sistema de innovación de ese país, que se ha transformado en un líder global en la materia. Ello, en el marco de un viaje que está organizando el G100 en abril con el fin de nutrirse del desarrollo del emprendimiento y la innovación que hay en Israel.

Y es que según explicó la embajadora, el último año y medio fue uno de los más exitosos para el sistema TIC israelí. En junio de este año se registraron US $300 mil millones en capitalización de mercado de empresas israelíes en Wall Street. El año pasado, 2020, se llegó a dos cifras récord: recaudaron US $14 mil millones en la industria, y lograron US $50 mil millones de dólares en exportaciones TIC. 

“Hoy Israel emerge como el tercer país más innovador del mundo acorde al Foro Económico Mundial con la mayor inversión en investigación y desarrollo en relación al PIB y la mayor concentración de startup en el mundo”, aseguró la embajadora.

Otras cifras que avalan el “milagro israelí”: 15% del PIB proviene de compañías TIC, 10% de los empleados trabajan en ese rubro, 43% de las exportaciones se atribuyen a empresas TIC. Y las multinacionales del sector tecnológico llevan ya décadas estableciéndose en Israel. Actualmente, hay más de 370 centros de investigación y desarrollo de empresas multinacionales. 

¿Cómo se logra el éxito?

Israel es un país joven y pequeño, con apenas 73 años, 22 kilómetros cuadrados y 9,3 millones de habitantes. Con una economía basada en el desarrollo agrario y sin contar con recursos naturales, se dieron cuenta que para prosperar necesitaban crear una economía del conocimiento basada en el recurso y desarrollo humano. Es así como se ha posicionado como líder en temas de innovación y creatividad, destacando en la penetración per cápita de computadores, el número de empresas que cotizan en el Nasdaq, número de científicos y técnicos en la fuerza laboral, cantidad de descubrimientos científicos por año, creación de nuevas startup, entre otros. 

La embajadora explica que esto se consiguió con “una visión científica tecnológica, con una visión política estatal junto a excelentes universidades, emprendedores, emprendedoras ambiciosas, talento humano, inversores, para varias etapas del ciclo de vida de startup y un gobierno que brinde apoyo”.

Y añadió que es el Estado el que “ha jugado un rol fundamental en el desarrollo del emprendimiento israelí, promoviendo la investigación, el desarrollo, creando alianzas estratégicas con la academia, el sector privado, la sociedad civil, lo que nos ha permitido crear un ecosistema de innovación que hoy en día varios países tratan de copiar”.

En esa línea, la autoridad enfatizó en que “el ingrediente central es la inversión en capital humano, desde los colegios, academia y laboral. Israel destaca como el país con más investigadores per cápita y con 15 ganadores de premios Nobel, a pesar de ser un país joven, lo que demuestra la gran inversión en capital humano”.

Desafíos y deudas pendientes

Pese a estas buenas cifras, la embajadora reconoció que existen desafíos y deudas pendientes en el tema de la innovación, una de las más importantes es la brecha socioeconómica y de género. En la industria, hay solo 34% de mujeres y dentro de ellas solamente el 28% están en puestos técnicos centrales. Otro desafío también es la necesidad de diversificar el sector TIC como también aumentar el número de personas que trabajan en el sector. “El gobierno quiere en los próximos cinco años agregar 100 mil puestos más, lo que es mucho para una nación de solamente 9 millones de habitantes”, dijo. 

De todas maneras, la autoridad asegura que el gobierno israelí está realizando varias medidas para cerrar esas brechas y apoyar a las minorías. Así fue como el gobierno creó, por ejemplo, una  autoridad dedicada al desarrollo económico de las minorías, con planes estratégicos a largo plazo, lo que se conoce como: Programa Israel Digital.

“El Estado de Israel está muy claro en la importancia de la integración de diferentes sectores minoritarios para impulsar la economía y cerrar las brechas tecnológicas y socioeconómicas entre la periferia y el centro, como también entre diferentes comunidades en el país”, dijo Marina Rosenberg.

Oportunidades para Chile

¿Por qué el ecosistema israelí de innovación es tan resistente? La embajadora explica que se debe principalmente a la capacidad de los y las emprendedoras para cambiar rápidamente su modelo de negocio en respuesta a una crisis. Mientras que muchos emprendedores en otros lugares del mundo esperan a ver si las cosas vuelven a la normalidad, los israelíes están buscando constantemente cómo se puede abordar los cambios y los desafíos y así obtener la primera ventaja en el mercado. Esa forma de pensar es realmente útil en tiempos de crisis, como lo que estamos pasando con el coronavirus.  

Para la embajadora, Israel y Chile tienen muchas semejanzas, como el mercado, que es relativamente pequeño, tiene buen capital humano, alta calidad académica, la innovación que se ve como un factor para dar valor agregado y muchos desafíos en común. “La visita del G100 será fructífera en la medida de que ahí salgan soluciones, oportunidades e ideas para seguir trabajando juntos en pos de un Chile, un Israel y un mundo más sustentable, desarrollado y mejor conectado”, afirmó. 

Para ello, la autoridad señaló que los temas que deberían marcar la visita del G100 a Israel, más allá de las tecnologías que se pueden importar, es que uno de los secretos para el éxito en innovación es justamente la cultura: “pensar fuera de la caja, decir el fracaso es necesario para aprender y para salir adelante, una cultura que ve los desafíos como una oportunidad para sacar ventajas. Como ocurrió en Israel con el tema hídrico”. 

Además, resaltó que el sistema educativo en Israel es público y gratuito: “Casi no existen colegios privados y de las 10 universidades que hay, solo una es privada. En los colegios, hay una independencia para que ellos pueden decidir en qué temas se enfocan más y en los últimos años muchos se están enfocando en el tema de innovación, del espacio, hay cursos de robótica. Gran parte de esto es parte del currículum oficial”. 

Finalmente, para combatir las brechas de género, la embajadora subrayó la importancia de empezar en los primeros años de la vida estudiantil, cuando las niñas están en el jardín, porque hacerlo más adelante considera que es demasiado tarde. Asimismo, para cerrar las brechas socioeconómicas, dio como ejemplo que en Israel las escuelas rurales también aplican tecnología e innovación. 

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