Stephanie Shirley dio inicio a la conversación junto a los integrantes del G100 explicando por qué las mujeres ambiciosas tienen la cabeza plana: de tanto dar con muro y ser pisoteadas. Algo que ella vivio, un ejemplo fue que tuvo que utilizar su sobrenombre “Steve” para lograr hacerse camino en un mundo de hombres.
“Steve” siempre repite que ha vivido la vida con intensidad y que debió enfrentarse a situaciones extremas desde muy pequeña: ella es parte de los 10 mil niños que lograron sobrevivir en la Segunda Guerra Mundial gracias a que sus padres la enviaron a Inglaterra en un programa para refugiar a niños judíos provenientes de Alemana. Ahí debió adaptarse a una nueva familia, lenguaje, comida, país… en resumidas cuentas a todo. Esto la ha ayudado a ser una persona que tiene gran capacidad para aceptar los cambios, además de estar decidida a hacer de la vida que le tocó vivir, lo mejor.
Por esta necesidad de hacer lo mejor de la vida, ella se empeñó en lograr sus metas a pesar de las dificultades. En los años 60 fundó una empresa de tecnología, donde contrató a la mayor cantidad de mujeres que pudo, para así incluirlas en la fuerza laboral en un área de la cual no formaban parte. Afirma que aún hoy en día las mujeres cuentan con menos oportunidades laborales que los hombres, que la brecha de género aún es importante, las mujeres debemos apoyarnos y ayudarnos las unas a las otras para surgir.
Respecto al rol de la mujer citó a la fallecida jueza estadounidense Ruth Bader: “Women belong where the decisions are being made” (Las mujeres deberían estar donde se están tomando las decisiones). El género femenino, a su parecer, debería estar presente en todos los rubros, no solo verse vinculadas a los servicios de belleza o moda. Lamenta que aún las mujeres deban pelear por ser valoradas sin distinción y se encuentra decepcionada de lo lento que ha sido el proceso de validar la igualdad de género.