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Durante el último tiempo, y debido al contexto actual, tanto los consumidores como las nuevas empresas cada vez son más conscientes del rol que juegan para contribuir a la sociedad.

Debido a esto, se ha impulsado a que las empresas cumplan con su responsabilidad social corporativa (RSC). Asimismo, que también logren desarrollar negocios más conscientes, sustentables e inclusivos. 

Un emprendimiento consciente busca que el foco de su negocio logre impactar de formapositiva al entorno, a una industria o al planeta. Además, pone en el centro a las personas, para crear una experiencia tanto en sus clientes cómo en sus colaboradores.

Respecto a esto, Carolina Marcone, co-fundadora de Talento Único e integrante del G100, sostuvo que “hoy vemos un cambio de paradigma, impulsado por la crisis social, pandemia y medio ambiente. Además, estamos en un momento en que el trabajo se ve desafiado por la inteligencia artificial”.

“Por ello, es momento que comencemos a conectarnos con lo que nos hace únicos y creativos, y todos aquellos trabajos que se puedan automatizar, adaptarlos lo antes posible a la tecnología. De esta forma, podremos ser mucho más eficientes y conscientes de nuestro impacto, y adicionalmente, tendremos data en tiempo real para medir más rápido el efecto que generamos”, agregó.

En tanto, Paula Valverde, gerenta general de Grupo Limonada, destacó que “lo relevante que es ponerse en el lugar del consumidor y adaptar el negocio en función de las nuevas tendencias de consumo, que van desde la adecuación de los procesos logísticos, hasta el compromiso con la sustentabilidad y la equidad de género. En lo sumo, todo esto forma parte de un ecosistema al que necesariamente debemos apuntar”.

Las organizaciones conscientes entienden el bienestar de la sociedad como un fin y la generación de beneficios económicos como un medio para poder contribuir más. Por esto, cada vez más los emprendimientos incorporan prácticas amigables con el entorno.

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